jueves, 5 de julio de 2012

Grey Goose, se acerca el tiempo del vodka.


Mucho se habla de que se acerca el tiempo del vodka, que desbancará a la ginebra y al universo gintonic, así que vamos a seguir presentando vodkas.


La última vez que tome este vodka fue con un buen amigo después de trabajar y me quedo con sus palabras: “La putada de los vodkas buenos es que me cuesta mucho le pillar matices por el olor”, y pienso que lleva mucho razón, ya que los vodkas de calidad o Premium no tienen ese olor a alcohol que tanto echa para atrás.

El trigo que usan es de la región de Picardía, en el norte de Francia y el agua de manantial de extrae a 500 pies de profundidad en Gensac en la región Grande Champagne de Cognac.

A la hora de la cata encontramos (según la marca):

A la nariz: Claro, fresco y con un aroma floral elegante acentuado por una nota cítrica sutil.

Al paladar: En un principio suave y con un pequeño dulzor que poco a poco envuelve la boca, nos da un sabor redondo con un toque de almendra.

Al final: Fresco y brillante en todas partes con un final largo y satisfactorio.

Debo decir que es cierto que a la nariz es fresco y claro y si se aprecia la nota cítrica y en la boca es muy suave con un toque dulce pero el final es fresco hasta que te sube un calorcito desde el interior, recordemos que es un vodka.

Es uno de los mejores vodkas que he tomado últimamente y por supuesto lo he tomado sólo, aunque la marca lo recomienda para mezclar ya que por su sabor no enmascara los ingredientes más sencillos, yo prefiero recomendar que se tome sólo ya que su sabor es muy interesante.