martes, 27 de mayo de 2014

Bramble, en busca del equilibrio perfecto.

Este cóctel que se ha convertido en imprescindible en la carta de cócteles de cualquier bar es una prueba de equilibrio y balance en una mezcla, un ejercicio de destreza entre el dulce del licor de mora y el azúcar, el cítrico del zumo de limón y el toque alcohólico de la ginebra.



Motivado por los gusto de mi clientela me veo obligado a prepararlo de forma poca ortodoxa pero efectiva.
En este caso me olvido por completo de la coctelera así que es primordial enfriar nuestra copa, que aunque la congelemos, llenaremos de pequeñas porciones de hielo. Directamente en nuestra copa con hielo echaremos en el fondo el licor de mora, una buena opción es el de Marie Brizard. Después en un vaso mezclador echaremos la ginebra, el azúcar y el zumo de limón y removeremos, no añadiremos hielo para que el azúcar se disuelva con más facilidad, y luego lo verteremos en nuestra copa donde ya se encuentra el licor de mora.
Lo decoraremos con una mora o en su defecto con otra berry.

El motivo de que use azúcar blanca en vez de almíbar es que a mi clientela le gusta ver el azúcar y usar el agitador. Personalmente me gusta tomarlo con una cañita y sin agitarlo demasiado

Para los que quieran tener la receta tradicional pueden seguir la de la I.B.A.

¿Cómo prefieres prepararlo tú?